CHILE Y ARGENTINA
TERCERA PARTE
Calafate y Buenos Aires
Buenos días queridos lectores. Hoy dejamos Chile continuamos con las andanzas del Fotógrafo y compañía, en esta ocasión en Calafate y Buenos Aires.
Si os perdisteis la primera parte de Chile y Argentina podéis encontrarla AQUÍ.
Esperamos que os guste.
Como ya comenté en el post anterior, a la mañana siguiente nos despedimos de esta maravilla de la naturaleza que es el Parque de las Torres del Paine y nos dispusimos a cruzar a la zona argentina del Campo de Hielo Patagónico Sur (Calafate y sus glaciares) donde íbamos a visitar el Perito Moreno.
El viaje lo hicimos en autobús, por los caminos de ripio típicos de la Pampa Argentina, uno de los paisajes más desolados y áridos que he visto y eso que vimos poco.
Calafate.
El Calafate, llamado popularmente «Calafate», es una ciudad ubicada en la ribera meridional del lago Argentino, en la región de la Patagonia, en la provincia de Santa Cruz, Argentina, a unos 80 km del glaciar Perito Moreno. Es la cabecera del departamento Lago Argentino. El Calafate es una de las tres principales ciudades de la provincia de Santa Cruz por su población, detrás de las ciudades de Río Gallegos y Caleta Olivia.
Calafate es una ciudad como las típicas ciudades Europeas de turismo de invierno, solo que está en llano. Está en la orilla del Lago Argentino (el que forma, entre otros, el glaciar Perito Moreno) y todo lo que hay en ella está enfocado a las excursiones por la zona y las visitas a sus famosos glaciares. Como dato curioso, es la ciudad de la que son originarios los famosos Kirchner y casi toda la ciudad es de ellos, gente humilde y sin pretensiones.
El calafate es una planta que produce una baya de color negro azulado (parecida a los arándanos) que tiene un sabor ácido y que se utiliza para fabricar mermelada, infusiones, etc.
Según nos contaron, también se utilizaba para calafatear barcos con la sustancia de se forma al prensarla, pero no me parece muy creíble. De ahí seguramente viene el nombre.
En Calafate, aparte de comernos un chuletón en condiciones, hicimos una excursión para ver unas formaciones rocosas muy curiosas; parece ser que se forman al imantarse el mineral de hierro que contiene la piedra. Como sois muy listicos supongo que lo habréis adivinado, pero se les llama sombreros mexicanos.
El Cóndor de los Andes
El cóndor andino, también cóndor de los Cerros, cóndor de los Andes, o simplemente cóndor (Vultur gryphus) es una especie de ave de la familia Cathartidae que habita en América del Sur. El orden al que pertenece su familia se encuentra en disputa. Se extiende por la cordillera de los Andes, cordilleras próximas a ella y las costas adyacentes de los océanos Pacífico y Atlántico. Es el ave no marina de mayor envergadura del planeta, no posee subespecies y su nombre procede del quechua kuntur.
El cóndor es un ave carroñera de un tamaño bastante considerable. De hecho, es el ave de presa con mayor carga o superficie alar que existe y la que posee una mayor envergadura, si exceptuamos algunas aves marinas como los albatros.
El cóndor de los Andes sería el equivalente de nuestros buitres leonados y se distribuye por todos los ecosistemas montañosos de Sudamérica, alimentándose de los restos de animales muertos, normalmente por el puma, presente en la zona.
Es un ave emblemática y muy importante en el folclore de los pueblos prehispánicos, figurando en muchos de los escudos de los países de la zona.
Su estado de conservación actual no es muy preocupante, aunque se le considera como vulnerable, sobre todo por la reducción de su hábitat y por la disminución de los hábitos de pastoreo que le facilitaban gran cantidad de sustento cuando morían algunas ovejas.
Aparte del cóndor de los Andes, hay otro cóndor en la zona de California en Norteamérica (Gymnogyps californianus). Esta especie lo ha tenido bastante más complicado y ha estado prácticamente extinto en estado salvaje, teniendo que recurrir a animales en cautividad para facilitar su reproducción y posterior reintroducción en la naturaleza.
Perito Moreno.
El glaciar Perito Moreno es una gruesa masa de hielo ubicada en el departamento Lago Argentino de la provincia de Santa Cruz, en el sudoeste de la Argentina, en la región de la Patagonia. Se integra dentro del parque nacional Los Glaciares.
Este glaciar se origina en el campo de hielo Patagónico Sur. En su descenso, alcanza el brazo Sur del lago Argentino, con un frente de 5 km de longitud, aflorando sobre el agua con una altura de unos 60 m.
Por la falta de tiempo, el único glaciar que íbamos a visitar en la zona era el Perito Moreno; es el más famoso, pero hay otros que también están por la zona, como el Spegazzini y el Upsala y que merece la pena visitarlos. Todos ellos forman parte del mismo bloque de hielo de los glaciares de Chile, pero en su vertiente Este.
Lo más famoso de este glaciar es que su frente (de 5 kilómetros) va avanzando poco a poco y se va apoyando en una isla hasta que la presión del hielo sobre la piedra hace que se colapse, produciéndose el derrumbe del frente glaciar y de una gruta que se forma en la confluencia con la isla por la circulación del agua.
Mientras estábamos en los miradores que hay frente al glaciar, se produjo la caída de una masa de hielo considerable. Estaba con la cámara enfocando a un bloque del frente del glaciar cuando se empezó a oír un ruido fuerte y la parte que estaba enfocando con la cámara empezó a desprenderse, pudiendo fotografiar toda la secuencia del desprendimiento. El oleaje que se crea tras la caída del hielo no hace aconsejable estar en un barco cerca cuando se produce y eso que fue un fragmento pequeño.
Estar enfrente del glaciar, escuchando los ruidos que hace continuamente el hielo al moverse, viendo caer los fragmentos de hielo, hace que la visita sea muy recomendable.
Buenos Aires.
Buenos Aires, oficialmente Ciudad de Buenos Aires o Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) o Capital Federal por ser sede del Gobierno Nacional, es la capital y ciudad más poblada de la República Argentina. Esta metrópolis es una ciudad autónoma que constituye uno de los 24 distritos, o «jurisdicciones de primer orden», que conforman el país.
El final de nuestro viaje fue la visita a la ciudad porteña. Aunque la seguridad no era muy buena (o eso nos dijeron) y que se veía gente rebuscando en la basura, a mí me gustó mucho.
Toda la zona centro peatonal es muy bonita, con sus cafés, sus librerías, su Teatro Colón (no pudimos entrar porque estaba en obras), su gente, su Puerto Madero (con el restaurante las Lilas, donde cenamos una de las mejores carnes que he probado), etc.
El barrio de la Boca, ya me pareció un poco menos seguro (ya nos dijeron que no saliésemos de la zona turística) pero la calle Caminito es de esos sitios que no se te olvidan.
En nuestra visita al campo del Boca Juniors (aunque no te guste el fútbol te llevan a verlo) fui a comprar una camiseta de Maradona para mi sobrino; la imagen que yo tenía de las camisetas de este equipo era con la publicidad de la cerveza Quilmes, pero me dijeron que no tenían porque ya no era el patrocinador del equipo, pero que era mejor con la de ese momento y que me quedaría muy bien (el tipo no me había visto en ropa deportiva) y yo le dije que no era para mí, que a mí no me gustaba el fútbol. En ese momento se hizo un silencio en la tienda y todos se me quedaron mirando como si hubiese aparecido Satanás y el dependiente me dijo: Pibe, te golpeaste la cabeza de pequeño, ¿no? Es tal la pasión que tienen por el fútbol que no son capaces de entender que a alguien no le guste.
El Teatro Colón está considerado como el teatro de ópera con mejor acústica del mundo; esto que parece una ventaja también es un inconveniente, pues igual que se oye muy bien cuando cantas bien, también se escucha el más mínimo fallo de forma muy clara. No a todos los cantantes les gusta cantar allí, sobre todo si son mediocres o están en baja forma. Como no saben exactamente la razón de su increíble acústica, para realizar la obra habían desmontado todo el teatro marcando exactamente dónde iba cada pieza para luego volver a montarlo exactamente igual. Me encantaría tener la oportunidad de ver una ópera allí.
Ya solo nos quedaba regresar a España que, como el viaje lo hicimos con Lan Chile, teníamos que hacer escala en Santiago. Esta vez no hubo overbooking y tuvimos que volver con la plebe, como siempre.
Una última anécdota que nos pasó con los vuelos; en este viaje hicimos unos cuantos vuelos y Pepe llevaba su mochila de las excursiones. En el vuelo a Punta Arenas (tercero o cuarto de los que hicimos) descubrieron en el control de seguridad que llevaba una navaja que había pasado sin problemas los controles anteriores. Así que en Chile se quedó esa navajita a la que le tenía tanto cariño.
Con esto ya acabo, espero que os haya gustado y os recomiendo que visitéis estos dos maravillosos países, merece la pena.