EL ELEFANTE AFRICANO
PRIMERA PARTE
Buenos días lectores. Hoy continuamos con los post referentes a los 5 grandes de África, en concreto con el Elefante Africano.
Si queréis saber más sobre elefantes, podéis ver el post sobre LOS 5 GRANDES.
Esperamos que os guste.
Después de nuestras aventuras por Suecia retomamos a los cinco grandes y nos centraremos en el más grande de ellos, protagonista de una de las mayores extinciones llevadas a cabo por el ser humano.
Ya habéis visto que me refiero al elefante, y más concretamente al elefante africano (Loxodonta africana) aunque contaré algo del elefante asiático.
Su nombre en swahili es Tembo y también hay un nombre especial para los elefantitos: Kitembo.
Si hay algún animal icónico que ha despertado siempre un gran respeto, interés y admiración en el ser humano, ése es el elefante. No sé si será por su gran tamaño o por su imagen de ser el amo y le da igual lo que pasa a su alrededor o por su supuesta inteligencia (se sabe que son muy inteligentes, pero no podemos comprobar cuánto, pues no contestan cuando se les pregunta) o por el respeto que muestran por sus muertos (permanecen largo tiempo junto a los cadáveres de sus familiares para evitar que se los zampen los depredadores o carroñeros de turno).
Los elefantes han formado parte de nuestra cultura y nos han inspirado fascinación y respeto desde su utilización por Aníbal en las primeras Guerras Púnicas contra los romanos (hasta que los romanos aprendieron a hacerles frente y dejaron de ser eficaces). Prueba de ello son las múltiples producciones cinematográficas en las que aparecen gigantes con trompa capaces de volar (Dumbo) o marchan por la selva en formación (El libro de la selva con esa frase tan poco afortunada del Coronel Hathy de “Pero cómo, ¿una mujer mandando?”). En otras ocasiones, se les han atribuido cualidades agresivas nada propias de ellos, además de unos cuantos colmillos extra y unos pocos metros de altura de más (Lord of the Rings/ Star Wars). En cualquier caso, está claro que el elefante ha formado parte de nuestra vida e imaginación, y esperemos que sea así durante mucho más tiempo y no nos los carguemos de forma definitiva por nuestra avidez de riqueza y estupidez infinitas.
Loxodonta africana
TIPOS DE ELENFATES
Los elefantes forman parte de la familia de los elefántidos y existen actualmente tres especies: elefante asiático (Elephas maximus), elefante africano de selva (Loxodonta cyclotis) y elefante africano de sabana (Loxodonta africana). Hasta hace poco estos dos últimos se consideraban subespecies de Loxodonta africana, pero actualmente están separados.
Los elefantes asiáticos son algo más pequeños que los africanos, tienen las orejas bastante más pequeñas y los colmillos son de un tamaño bastante inferior, pudiendo faltar totalmente en algunos casos. En el caso de los elefantes africanos de selva, los colmillos son también más pequeños que los de sabana y más rectos como adaptación muy clara al medio ambiente en el que viven; prueba a andar por la selva (o por la Gran Vía en Navidades) con dos escobas haciendo un ángulo recto o llevándolas en paralelo hacia el frente y verás la diferencia.
Yo os voy a contar cosas del elefante africano de sabana que es el que he visto más a menudo (en la India vi un par de elefantes asiáticos, pero estaban adiestrados).
Loxodonta africana
Características Físicas
Lo primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en un elefante es su gran tamaño (ya sabéis el dicho de “Como un elefante en una cacharrería”); efectivamente, es el animal terrestre más grande que existe en la actualidad (también el mamífero terrestre más grande que haya existido excepto el mamut, del que no es descendiente). Puede llegar a medir casi cuatro metros en la cruz (la media es alrededor de 3) y pesar hasta 7.000 kgs (el más pesado del que se tiene constancia pesó 11.000 kgs). El aumento de tamaño es una de las estrategias que tienen los animales para combatir el calor, pues cuanto más grande eres menos superficie de tu piel (proporcionalmente) está en contacto con el aire tórrido del exterior (algunos viven en el desierto del Kalahari o en los de Namibia); seguramente es una de las razones de que los elefantes africanos de sabana sean mucho más grandes que sus parientes de selva o asiáticos. Cuando los ves en vivo y en directo en un todoterreno descapotable a unos pocos metros de distancia, te das cuenta de lo grandes que son (como cuando ves por primera vez las pirámides de Egipto), sobre todo si está enfadado. Hay que tener en cuenta que, si carga contra el vehículo, o llevas un tanque o lo vas a pasar mal. Este gran tamaño hace que tengan muy pocos enemigos (excepto el de siempre, nosotros) y solo son atacados por algunas manadas de leones que se han especializado en su caza, aunque solo a miembros jóvenes, enfermos o que han quedado aislados en algún momento de su manada y aun así les cuesta bastante conseguir abatir a uno.
Colmillos
Otro de los elementos más conocidos son sus colmillos; aunque en realidad corresponden a los incisivos, les seguiremos llamando colmillos para no crear confusión. Como su nombre indica son dientes (como los nuestros vaya) pero con un desarrollo mucho mayor (no hay más que leer algún TBO de Mortadelo y verás que a Filemón le ponen de vez en cuando implantes de colmillo de elefante). El material de que están hechos, marfil, es una de las mayores maldiciones que ha podido tener un animal; por su culpa, se matan miles de ejemplares todos los años de forma furtiva para abastecer el mercado chino de la medicina tradicional y la fabricación de ciertos objetos (figuras decorativas, bolas de billar, etc.), aunque su comercio está actualmente totalmente prohibido y su valor decorativo prácticamente ha desaparecido.
Famosas son las imágenes en las que se ve cómo algún gobierno de África procede a la destrucción de cientos de colmillos quemándolos.
Trompa
Lo siguiente puede ser la trompa y seguramente la característica más importante y uno de los mayores prodigios de la evolución; podríamos decir que la trompa ha hecho al elefante y se compara en versatilidad y complejidad con la mano en los primates, nosotros entre ellos. Es un órgano que se origina por la unión entre el labio superior y la nariz y posee más de 40.000 músculos que permiten a su dueño realizar una gran cantidad de funciones: coger alimento, retirar obstáculos, arrancar árboles, proteger a las crías, acicalarse con barro, refrescarse pulverizando agua, beber o defenderse de sus enemigos, además de la misión más clásica de oler. En el elefante africano termina en dos apéndices que les permiten coger con gran precisión incluso objetos muy pequeños entre una maraña de espinas (era típico en los parques zoológicos dar cacahuetes a los elefantes y los cogían directamente de la mano, cosa que ahora está totalmente prohibida. Aquí hago un inciso y es que es de los animales que más sufren en un zoo, por muy bien preparado que esté, pues necesitan muchísimo espacio para vivir decentemente y ningún zoo puede permitirse tener ese gran espacio a disposición de unos pocos elefantes.
La trompa no es algo que sepan utilizar cuando nacen y van aprendiendo poco a poco a manejarla; no es raro ver elefantes pequeños con un control bastante deficiente y no pudiendo hacer lo que quieren, es como si la trompa tuviera vida propia.
Orejas
Otra de sus características físicas más llamativas son sus enormes orejas (sobre todo en el africano, pues en el elefante indio son de un tamaño mucho más reducido). Si nos fijamos bien en ellas vemos algunas cosas que nos llaman bastante la atención:
- La primera es su forma que es muy parecida al mapa del continente africano donde habita. ¿Será casualidad o es que son muy listos?
- La segunda es su gran tamaño y movilidad, lo que les permite abanicarse en los momentos de más calor, que en su hábitat son muchos durante el día.
- La tercera es la gran cantidad de venas que las recorren, son como un radiador o más bien un refrigerador, pues es exactamente esta la función que tienen. Los elefantes, como la mayoría de los animales (nosotros sí), no sudan y cuando hace mucho calor o han hecho un esfuerzo grande necesitan refrigerar su torrente sanguíneo; lo hacen bombeando grandes cantidades de sangre hacia sus orejas que al moverse la van enfriando.
Como podéis ver el elefante es un prodigio de la evolución y sería muy triste un mundo sin este magnífico animal que transmite una paz y una tranquilidad absoluta cuando los ves de cerca (todo lo cerca que te dejen acercarte); os puedo asegurar que es una de las mejores experiencias estar a unos pocos metros de ellos viendo a toda una manada interaccionando.
Estado Must
Aunque ya comenté que los elefantes son bastante tranquilos (excepto cuando pones en peligro a sus crías o cuando les atacan los leones) en algunas ocasiones los machos entran en un estado denominado Must. Este estado corresponde a una elevación anormal de su nivel de testosterona, no estando relacionado con el periodo de celo, aunque pueda coincidir. Durante este periodo los machos se vuelven bastante agresivos y atacan a todo lo que se les pone por delante ya sean congéneres, árboles o el mismo suelo. Las veces que yo lo he visto eran demostraciones de fuerza sobre algún pobre arbolito a una distancia grande y sin intentar atacarnos, se les va la fuerza por la trompa. Lo mejor es no acercarse mucho cuando se ve un macho en esta situación.
Hasta aquí la primera parte sobre los elefantes; en próximas semanas conoceremos más sobre su vida familiar, costumbres y mis experiencias con ellos.