Como ya comenté en el post anterior, el viaje coincidía con el cumpleaños de Pepe y decidimos darle esa noche una fiesta sorpresa. Pero la sorpresa nos la dieron las termitas.
Las termitas voladoras salen por la noche para colonizar otros lugares e iniciar una nueva colonia. Lo que pasa es que no tienen sentido de la moderación y salen a miles, creando una auténtica nube inmensa que se mete por todos sitios.
Así que mientras estábamos celebrando el cumpleaños (era tan grande la alegría por parte de Pepe que no tenía palabras para expresarse) empezaron a aparecer las termitas voladoras. Cayeron en toda la comida y bebida, por supuesto, y ni siquiera podías hablar por si alguna se te metía en la boca buscando algo que colonizar ahí.
Pero lo mejor de todo fue cuando apagamos las luces y trajeron la tarta; supusimos que era la tarta, pues estaba tan cubierta de termitas pegadas que no se veía y por mucho que las quitabas, aparecían más.
Al final, después de pelearnos con ellas un buen rato, pudimos disfrutar de la fiesta y compartir unos buenos momentos.
Muy interesante y feliz cumpleaños Pupilis.
Gracias José. Tengo fotos mejores que esa créeme. Pero he de reconocer que fue un detalle y además no me lo esperaba.