RUTA DEL RÍO PERDIDO

CUARTA PARTE

Cataratas Victoria

Buenos días queridos lectores. Hoy os traemos la última parte de la ruta del Río Perdido, con las majestuosas Cataratas Victoria, “el Humo que Truena”. Si os habéis perdido alguno de los post anteriores podéis verlos AQUÍ. También podéis seguirnos en Instagram donde se publican todas las actualizaciones. Esperamos que os guste el post.

Tras nuestro paso por el Delta del Okavango, la reserva de Moremi y el parque de Chobe, el viaje estaba llegando a su fin. Solo nos quedaban unos días en Cataratas Victoria, aunque nos iban a deparar una gran cantidad de momentos divertidos y emocionantes.

Como conté al principio de esta serie de relatos, Cataratas Victoria/Mosi oa Tunya se pueden visitar desde dos países, Zambia y Zimbabwe. Ahora nos tocaba verlas desde el lado de Zimbabwe, antigua Rodesia del Sur, uno de los países más pobres del mundo.

Al terminar la primera década del siglo XXI tenía la tasa de desarrollo humano más baja del mundo. Igual habría que decir que es uno de los países con más pobreza del mundo, porque tiene recursos, pero están muy, muy mal distribuidos.

Lo de las grandes cataratas del mundo es algo curioso; en los 3 casos se pueden ver y visitar desde dos países distintos: Mosi oa Tunya desde Zambia y Zimbabwe, Iguazú desde Argentina y Brasil y Niágara desde Canadá y USA. Yo solo conozco las Mosi oa Tunya, así que tendré que visitar el resto para ver si saco alguna conclusión clara sobre este punto. Cualquier excusa es buena para realizar un viaje.

El grupo de cinco amigos que íbamos juntos habíamos decidido alargar un día más el viaje y así poder disfrutar de las cataratas y poder hacer las actividades que teníamos previstas sin prisas.

Rafting en el Zambeze

Rafting en el Zambeze

Lo primero que íbamos a hacer era un rafting por el Zambeze. Estaba considerado como uno de los más difíciles del mundo; de hecho, un par de rápidos los pasamos andando por la orilla y en época de caudal grande solo se hace la segunda parte; esta segunda parte nosotros no la hicimos y solo hicimos la primera. Como estábamos en época de caudal bajo, después de lo que íbamos a experimentar en la primera parte, habría sido como las barcas de El Retiro.

Nada más llegar nos distribuyeron en las distintas balsas. A nosotros nos tocaba remar y el timonel nos puso a practicar para ver si seguíamos sus órdenes y si podíamos manejar bien la balsa. Paco se puso inicialmente en la parte delantera (donde hay que remar con más brío o interés) y cuando nuestro timonel vio cómo remaba le pasó a un puesto más retrasado y a mí me tocó ir en cabeza (y no porque él remara bien precisamente).

Rsfting en el Zambeze
Rsfting en el Zambeze

Fue una experiencia buenísima, muy divertida. Cuando el timonel nos decía cómo remar para salir del remolino, lo conseguíamos y tuvimos varios momentos bastante complicados. Es verdad, que en ningún momento se vio un peligro grande y conseguimos hacer todo el recorrido sin volcar, aunque alguna caída de la barca sí que hubo.

La vista, cuando nos daba tiempo, de los márgenes del río era espectacular, así como la de algunos cocodrilos que se veían en las rocas de las orillas. Nos dijeron que no eran peligrosos porque eran pequeños, los grandes están aguas abajo donde hay presas para comer, pero mejor si no se acercaban.

Rafting

La descarga de adrenalina fue brutal y nos dejó con ganas de repetir en alguna otra ocasión; esa ocasión se presentó unos años después, pero ahí la complicación fue mayor y no fue muy divertido, quitándoseme las ganas de repetir.

Como podéis imaginar no pude hacer fotografías y las del reportaje son cortesía de la organización del rafting. Esto hizo que cuando estuve en Kamchatka dijese claramente que yo iba en las de no remar.

Rafting en el Río Zambeze

Mosi oa Tunya, Cataratas Victoria,(El humo que truena)

Las Cataratas Victoria, situadas en la frontera de Zambia y Zimbabue, constituyen un salto de agua del río Zambeze.

Están ubicadas en el distrito de Livingstone, en la Provincia del Sur, de Zambia y en el distrito de Hwange, en la región de Mashonalandia Occidental, de Zimbabue.

Sobre las cataratas se encuentra el puente de las Cataratas Victoria, un antiguo arco de acero terminado en 1905.

Las cataratas tienen una anchura aproximada de 1,7 km y 108 m de alto. Se consideran un espectáculo extraordinario debido al estrecho y raro abismo en que el agua cae.

Cataratas Victoria

Después de esta grata experiencia nos tocaba relajarnos visitando las cataratas y la despedida del resto de nuestro grupo.

Yo las otras cataratas grandes y famosas no las he visto, pero desde luego Mosi oa Tunya son absolutamente impresionantes. Ya había pasado la época de gran caudal y el ruido y el humo que truena eran considerables, así que no me imagino cómo serán en plena época de aguas altas. Eso sí, será más impresionante, pero lo de hacer fotos habría estado complicado.

Como ya he comentado, nosotros nos quedamos un día más, así que visitamos el parque dos días, disfrutando de las vistas tranquilamente y desde todos los sitios. También aprovechamos para descansar en los típicos hoteles que crearon los ingleses (nada exclusivos ni lujosos) cuando estaban aquí de dueños y señores.

No tiene mucho sentido explicar un espectáculo de este tipo con palabras, así que os dejo unas cuantas fotos para que os recreéis la vista y yo me callo para dejaros disfrutar.

Cataratas Victoria, río Zambeze
Cataratas Victoria, río Zambeze
Zimbaue falls
Zimbaue falls
Río Zambeze

Vuelo en Ultraligero

Aunque ya parecía que habíamos agotado el cupo de sensaciones del viaje, después de las Cataratas Victoria aún nos quedaba una última, que para eso habíamos alargado el viaje un día.

Uno de los grandes sueños del ser humano ha sido siempre volar; ya lo hacemos en grandes aviones, pero la sensación de estar volando no se percibe, ya que es un espacio cerrado y no se puede sentir que estás en el aire con el viento golpeándote en la cara. Esto se ha solucionado con varias prácticas como el parapente, paracaidismo (aquí solo se vuela hacia abajo) o el ultraligero.

El único problema es que, como en el rafting, no pude llevar la cámara y me tengo que contentar con las que hizo una cámara que iba instalada en el extremo de una de las alas. Para que se viese alguna vez al pasajero de frente, el piloto avisaba cuando iba a hacer una foto.

Vuelo en ultraligero
Ultrligero
Vuelo en ultraligero

La experiencia de sobrevolar las cataratas en un ultraligero es totalmente recomendable y hay que hacerla sí o sí. Si tienes pensado ir a esta zona, reserva tiempo para poder hacerlo.

Las cataratas se ven muy bien desde el suelo, pero no se llega a apreciar su magnitud y su grandiosidad hasta que no las ves desde el aire, donde puedes tener una gran perspectiva.

Puedes ver perfectamente los alrededores, con el paso elevado del tren, con el río Zambeze que se acerca hacia la grieta por donde se despeña, el cauce del río encajonado en el cañón que forma tras la caída, algo de fauna. Vamos un no parar de sensaciones.

Vuelo en ultraligero
Luis en el ultraligero

Además, el piloto era un poco inconsciente y me propuso que si quería llevar yo un rato el aparato. De temerarios así están las tumbas llenas. Bueno, no fue para tanto, ya que era bastante sencillo y con alargar la mano tomaba el control él otra vez.

A mí me pareció espectacular y un cierre de viaje como no podía ser de otra manera. Si en otro viaje tengo la oportunidad de hacer algo parecido, lo haré.

Lo siguiente es montar en globo por las planicies de Serengueti y Masai Mara, que cuando estuvimos no pude hacerlo. A ver si así convenzo a Pepe de volver a Tanzania.

Tras esta gran experiencia solo nos quedó recorrer el mercado local de artesanía con tranquilidad, cosa que traería consecuencias en el vuelo de vuelta.

La Vuelta

Grupo de despedida

Nos preparamos para un largo recorrido de vuelta, con la satisfacción de las experiencias pasadas, pero con tristeza, pues tocaba volver a la realidad del día a día y al trabajo. Las vueltas siempre son un poco tristes y la única cosa buena es que vuelves con toda tranquilidad, ya que, si pierden la maleta, pues ya te la enviarán a casa.

En el mercado de artesanía Juan Fran y Blanca compraron un hipopótamo inmenso y otros 3 más pequeñitos de madera preciosos para ponerlos en su parcela. El único problema es que el bicho grande pesaba 20 kilos, así que los embalaron como pudieron, repartieron el equipaje y el resto de la familia Hipo en otras bolsas (solo el hipopótamo ya pesaba el máximo permitido), facturamos el equipaje (como mi apellido es el primero pusieron todos los equipajes a mi nombre) y salimos hacia España vía Londres.

Hipopótamos
Luis y Juanfran, Bostwana

En el aeropuerto de Londres, cuando estábamos en la sala de espera para el vuelo a Madrid, se acerca un amable señor y pregunta por mí, que hay un problema con mi equipaje. Así que me acerqué con él donde estaba la maleta de Juan Fran, con el hipopótamo dentro. Que como es muy macizo, al pasarla por el escáner no pueden ver lo que va dentro y tienen que abrir la maleta para comprobar su contenido. Así que llamé a Juan Fran para que aclarase el asunto.

Todo quedó en una anécdota y el hipopótamo y sus crías llevan disfrutando de su jardín en La Alcarria desde hace más de 10 años; mejor vida no han podido tener.

Hipopótamos Juanfran
Tdodo el grupo, Bostwana LuisFotoNature

Espero que os hayan gustado nuestras peripecias por Botswana, yo desde luego he disfrutado mucho recordándolas, pues ha sido uno de los mejores viajes que he hecho, con una gran cantidad de actividades y experiencias que son muy recomendables. Además, todo salió bien o se pudo solucionar sin problemas y volvimos dispuestos a preparar ya el siguiente viaje.

Por último, agradecer a Paco y a Juan Fran las fotos que han aportado para la realización de estos posts. Pepe quiso aportar un vídeo en 3 dimensiones, pero como nadie podría verlo y a nadie le importa el 3D más que a él, no lo hemos podido incorporar.

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