NUEVA ZELANDA

ISLA SUR,
PRIMERA PARTE

Boulders, Nueva Zelanda

Muy buenas queridos lectores. Continuamos con las aventuras del Fotógrafo y compañía por Nueva Zelanda, en esta ocasión abandonando la Isla Norte y dirigiéndose en ferry a la Isla Sur, dónde dará por concluido el viaje. Esperamos que os guste.

El paso entre las dos islas principales que componen Aotearoa (Estrecho de Cook) se realiza en un ferry que sale de Wellington en Te Ika a Maui y llega a Picton en Te Waka a Maui (también se puede hacer en sentido contrario claro.)

El viaje es muy bonito y tranquilo, con unas preciosas vistas de la costa de las islas y un gran número de aves que te van acompañando durante el viaje. En esta primera fotografía de Paco, se ve perfectamente que ha cumplido con esa norma fundamental: el horizonte siempre tiene que quedar horizontal.

Nueva Zelanda

Aoraki (Te Waka A Maui)

La Isla Sur o Te Waka a Maui se denominó inicialmente Aoraki (igual que la Norte se denominó Aotearoa), que es el nombre que también recibe el monte más alto de la isla: Monte Cook.

Esta isla no presenta ninguna actividad volcánica, pero, al estar situada sobre la dorsal creada por la zona de choque entre las placas del Pacífico e Indoaustraliana, presenta bastante actividad sísmica y ha dado origen a la cordillera que recorre todo el oeste de la isla, los Alpes Neozelandeses o Meridionales.

Poco después de nuestra estancia (noviembre de 2010) se produjeron varios terremotos en la zona, dejando un buen número de muertos y destruyendo gran parte de la ciudad de Christchurch, la más importante de toda la isla.

Nueva Zelanda, Isla Sur
Nueva Zelanda

La isla está dominada por una naturaleza exuberante y muy bien conservada en toda la zona oeste, donde las poblaciones son escasas y pequeñas, las carreteras las justas (muchas zonas no tienen fácil acceso) y se puede disfrutar de una variedad increíble de paisajes. En la zona este hay alguna población más grande y no es tan montañosa, aunque en zonas como Kaikoura los montes nevados llegan casi hasta la costa.

También en Te Waka a Maui tienen su base mis dos equipos favoritos de rugby: Crusaders de Chistchurch y Highlanders de Dunedin en la península de Otago.

Nueva Zelanda

Boulders y Pancakes

Playa de los Boulders, Nueva Zelanda

Bueno, después de la introducción pasamos a relatar el viaje que íbamos a iniciar bajando por la costa oeste para luego pasar por el centro de la isla hacia la este donde acabaríamos nuestra estancia en este país.

Nada más recoger el coche nos dirigimos hacia nuestro primer destino, la playa de los Boulders. En el camino se ven una gran cantidad de granjas y grandes extensiones de pasto con miles de ovejas (en Aotearoa hay más ovejas que personas). También se ve en las carreteras un cartel que dice que, si ves un oposum cruzando la carretera, no frenes y que, por favor, lo pises. Esto llama bastante la atención en un país donde se protege y se ama tanto la naturaleza, pero tiene su explicación.

El oposum es un marsupial originario de Australia donde está protegido y está en peligro de extinción; pero alguien lo introdujo en Aotearoa y se ha reproducido de tal manera que ahora es una auténtica plaga, así que están intentando erradicarlo con todos los medios a su alcance y los conductores son uno de ellos.

PLAYA DE LOS BOULDERS

En la zona oeste de Te Waka a Maui hay un par de playas donde se pueden observar unas piedras con efectos muy curiosos: Boulders y Pancakes.

Los Boulders son unas esferas de piedra prácticamente perfectas que “crecen” en una playa; al cabo de un tiempo se estropean y se rompen pasando a mejor vida.

La verdad es que no conozco el origen de estas inmensas esferas, pero es algo muy curioso de ver y parece totalmente que estén naciendo y creciendo en la arena de la playa. Las piedras son de un tamaño enorme y van saliendo de la arena desenterradas por la subida y la bajada de la marea. Los agentes atmosféricos van provocando fisuras en las rocas y terminan rompiéndose en múltiples pedazos.

También es posible ver entre las piedras infinidad de mejillones y su proceso de crecimiento, y esta vez es de verdad.

Playa de los Boulders, Nueva Zelanda
Playa de los Boulders, Nueva Zelanda
Boulders
Boulder quebrado por los agentes atmosféricos

PLAYA DE LOS PANCAKES

Después continuamos nuestro camino hacia el sur, hacia la costa donde se encuentran las rocas de los Pancakes. En el camino se pueden observar diversas playas y múltiples aves marinas como cormoranes, así que realizamos unas cuantas paradas.

Los Pancakes son unas rocas muy curiosas que parecen totalmente unos Pancakes o tortitas apiladas unas sobre otras hasta formar grandes estructuras como se puede ver en las fotos.

Playa de los Pancakes
Playa de los Pancakes

Sobre las distintas formaciones de rocas que se han ido formando anidan unas cuantas pagazas piconegras (Gelochelidon nilótica). Las pagazas y los charranes pertenecen a la familia Laridae y están presentes en casi todo el mundo con distintas especies. Algunas de ellas viajan todos los años desde el Ártico hasta el sur de Nueva Zelanda o América de Sur, para volver después a realizar el camino inverso,  unos cuantos miles de kilómetros al año.

Cormorán
Cormorán

Glaciares Fox y Franz Joseph

Después de observar estos dos curiosos fenómenos geológicos, seguimos nuestro camino hacia el sur siguiendo la costa hacia los dos glaciares permanentes que existen en Aotearoa: Franz Joseph y Fox.

En realidad, los dos forman parte de la misma masa de hielo glaciar y allí se encuentra también el monte Cook o Aoraki, el más alto de Aotearoa con sus más de 3.500 m de altitud.

Lo primero era hacer otra de las muchas actividades del viaje, casi tuvimos más actividades que días, dar un paseo por la superficie del Glaciar Franz Joseph.

Los dos glaciares tienen una gran pendiente en su final y el paseo se realiza por la zona de alimentación situada en el interior del glaciar, por lo que tuvimos que ir en helicóptero. Aunque había bastante distancia, el viaje fue corto, pues los helicópteros tienen la gran ventaja de ir rápidos.

Nueva Zelanda Glaciares

GLACIAR FRANZ JOSEPH

Un paseo por la superficie de un glaciar es divertido, aunque se necesita algún equipamiento básico como piolets, botas, guantes, casco (por las caídas) y crampones.

Desde lejos la superficie del glaciar puede parecer una gran masa de hielo lisa, pero es una apariencia errónea. El hielo que se encuentra en la zona de alimentación puede llevar allí unos cuantos cientos de años y ha sufrido a lo largo de este tiempo erosión, presión de otras masas de hielo que quieren pasar antes, ríos por su interior y otros fenómenos, por lo que es una sucesión de crestas y grietas en las que, si no eres experto, puedes caer. Así que lo mejor es hacerlo con alguien que sepa lo que hace.

Glaciar Frank Joseph
Glaciar Frank Joseph

Equipados convenientemente hicimos un recorrido en el que pasamos por cuevas de hielo, bajamos una pendiente (convenientemente equipada por el guía con una cuerda) por la que caía una pequeña cascada y disfrutamos de un agradable y recomendable paseo.

Las vistas del glaciar son impresionantes, con los colores de distintos tonos de azul del hielo, el negro que aportan las rocas y la arena que va arrastrando el glaciar, el verde y el marrón de las montañas de alrededor y la sensación de estar pisando algo que lleva allí muchísimo tiempo y a la vez está vivo y se mueve. Se escuchan continuamente crujidos que va haciendo el hielo cuando se mueve o se rompe algo en su interior, el ruido del agua que circula por el fondo y el silencio de la ausencia de fauna que solo se rompe por nuestras pisadas.

Glaciar Frank Joseph
Glaciar Frank Joseph
Glaciar Frank Joseph

GLACIAR FOX

Una recomendación: si alguna vez vais a algún glaciar, quedaros sentados y callados cinco minutos (lo justo para que no se te quede pegado el culo al glaciar y forme masa con él) y escucharéis el silencio majestuoso que impera en este dominio. Espectacular.

Después de esta experiencia, nos dirigimos al Glaciar Fox, a cuyo frente se accede andando (está en franco retroceso) a observar más de cerca esta maravilla de la naturaleza.

Acabada nuestra experiencia con los hielos (que espero sigan siendo perpetuos durante mucho tiempo) nos dirigimos hacia nuestro siguiente destino, el Lago Matheson y los Fiordos o Sounds del Sur, la zona más agreste e inaccesible de Aotearoa, pero esto ya lo contaré en el siguiente capítulo.

GLACIAR FOX
GLACIAR FOX
GLACIAR FOX
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