Después de observar estos dos curiosos fenómenos geológicos, seguimos nuestro camino hacia el sur siguiendo la costa hacia los dos glaciares permanentes que existen en Aotearoa: Franz Joseph y Fox.
En realidad, los dos forman parte de la misma masa de hielo glaciar y allí se encuentra también el monte Cook o Aoraki, el más alto de Aotearoa con sus más de 3.500 m de altitud.
Lo primero era hacer otra de las muchas actividades del viaje, casi tuvimos más actividades que días, dar un paseo por la superficie del Glaciar Franz Joseph.
Los dos glaciares tienen una gran pendiente en su final y el paseo se realiza por la zona de alimentación situada en el interior del glaciar, por lo que tuvimos que ir en helicóptero. Aunque había bastante distancia, el viaje fue corto, pues los helicópteros tienen la gran ventaja de ir rápidos.