Dunedin es la segunda ciudad de la isla Sur y está situada en la península de Otago. Es de los lugares que no se pueden dejar de visitar, pues la presencia de especies de fauna marina (aves y mamíferos) es muy notable.
Nada más llegar me fui a visitar las colonias de osos marinos de Nueva Zelanda (Arctocephalus forsteri) que están en la misma playa, eso sí, con unos cuantos carteles sugiriendo que no te acerques demasiado. A pesar de todas estas advertencias, una chica que estaba un poco cerca tuvo que salir corriendo cuando un macho decidió que se había acercado mucho; la sorpresa que se llevó fue grande, pues había subido la marea y el paso hacia la playa estaba inundado. Al final con mi ayuda y de otros dos fotógrafos que estaban por la zona conseguimos salvar el equipo y que ella pasase, eso sí, con un buen baño en el agua helada.
¡Hay que ver cómo son los fotógrafos!
Al final, todo quedó en un susto, pero hay que tener en cuenta que son animales salvajes y que son bastante más rápidos que nosotros, por lo que hay que respetar las medidas de seguridad con ellos. El anochecer nos recompensó con unos contraluces de los osos marinos impresionantes. ¡Gracias ositos marinos!