Después del estupendo recorrido en barco por la Bahía de Avacha, nos subimos al camión y, tras realizar el avituallamiento, nos dirigimos hacia el sur para acampar en la zona volcánica donde se encuentran el Vilyuchinsky, el Gorely y el Mutnovsky (entre otros volcanes).
Cuando llegamos, después de algunas paradas, a la zona de acampada, parecía que todos los turistas estaban acampados allí. Después de dar una vuelta completa a las inmediaciones, tuvimos que quedarnos en la primera zona que vimos y que no nos había gustado (así es la vida). Pero ya sabéis que una segunda vista más a conciencia suele mejorar la opinión, sobre todo cuando todas las demás opciones estaban ya ocupadas. El sitio, como podéis ver en las fotos, no estaba mal y tenía unas vistas espectaculares. El único problema es que estaba un poco en cuesta, y acabábamos todas las noches en la puerta de la tienda apoyando los pies en la pared. Esto, aunque estés dentro del saco de dormir, te deja los pies un poco fríos, así que dos pares de calcetines para dormir y solucionado.
Menudos paisajes… que envidia. Y más ahora que no se puede viajar.